En este artículo hablaré del gran problema que me suelo encontrar con las personas que están en una relación tóxica, ya sea un psicópata o un narcisista. Las personas que están en una relación abusiva, tienden a través de su empatía, intentar mantener una relación, que obviamente no es mantenible en el tiempo, porque cuando en una relación una persona explota a otra, esa persona está mal de la cabeza o el único móvil interior de esa persona es hacer daño, abusar de los demás, someter a los demás y utilizar a los demás, al final no es una relación equilibrada y esas relaciones enganchan mucho, porque la persona que está en una de estas relaciones intenta salvar a la otra persona y suele ser una persona, que depende de las emociones de esta otra persona. También puede ser, que la persona abusada después de aguantar mucho tiempo dentro de este tipo de relaciones, tenga la autoestima destruida y solamente crea que vale para estar con esa persona en concreto, sin poder abrir el abanico de posibilidades reales y no puede ver, que es una persona que vale muchísimo y que muchas otras personas la van a valorar.

 

La persona que está dentro de una relación con una personalidad narcisista o psicópata, una personalidad que no está bien del coco, intentará tener diferentes comportamientos empáticos para tratar de conseguir por todos los medios, que la relación sea equilibrada y que la persona que tiene un trastorno de la personalidad pueda cambiar y así enamorarse o estar con la persona ideal, para que finalmente funcione la relación. Esto es el gran peligro dentro de una relación de este estilo. Así que paso a contaros como una personalidad normal, buena, confiada y sana intentará conquistar a una persona catastrófica y horrible, como puede ser una personalidad averiada mental.

Enamorando al narcisista

En una relación de pareja cuando las personalidades no se conocen a sí mismas, cuando las personalidades no se conocen bien y simplemente se guían por sus propias creencias, sus buenos sentimientos, pensando que la vida es bonita, pensando que la gente psicópata solo está en la cárcel, no teniendo ni idea de los trastornos de la personalidad, lo que acaba pasando es que terminan muy destruidas, porque intentan golpear una pared de granito con las manos y obviamente, una pared de granito con las manos no se puede romper. Tenemos que entender psicopkillers, que un trastornado no puede cambiar, quizá puede hacerlo una personalidad borderline, un paranoide, que se puede adaptar, puede intentar vivir mejor, puede intentar tener una personalidad menos conflictiva, con ayuda psicológica o medicación, pero una personalidad con narcisismo o psicopatía, primero de todo que no quieren cambiar, suelen ir obligados a terapia, porque la pareja les ha cogido de la oreja y les ha dicho: “oye vete a terapia, que tienes algo mal en tu cabeza” pero lo hacen porque les interesa seguir manipulando y una vez en terapia tampoco quieren cambiar, porque para ellos o ellas es una vida muy cómoda, ya que les gusta explotar a los demás y los otros les importan un pepino y van cambiando de persona, sin miramientos para ser felices ellos. Para estos trastornados es una vida muy lujosa a nivel emocional, ellos no sufren nunca por los demás, los demás sufren y se desviven por ellos y cuando esa persona se ha cansado de sufrir estando con ellos o ellas, cambian a otra que empieza a sufrir de nuevo, como si nada. Por tanto ten muy claro, que no les interesa cambiar ya que eso implica no sacar beneficio de la gente y eso no les interesa en absoluto.

 

Dentro de una relación con estas características, cuando una persona no se conoce así misma, cuando no conoce los trastornos de la personalidad, al principio la primera manera que tiene para enamorar al narcisista, es empezar ha tener un comportamiento espejo, de imitación con el o la narcisista de turno. Empieza ha funcionar de la siguiente manera: “como tú me das yo te doy, buenos días, buenas noches, te quiero por la mañana, te quiero por la tarde, es que eres especial, tú brillas más, tú eres mi alma gemela, eres mi cosita favorita…” Una serie de comportamientos, donde la personalidad sana intenta adaptarse a la situación para poder crear algo bonito, crear una relación con un proyecto de futuro, crear un vínculo emocional donde esté bien cuidado, crear una familia. Es cómo comprarse una planta y empezar a regarla todos los días “la regamos juntos, mira cómo crece, vamos a poner la maceta al sol, verás qué bonita queda”. Eso es lo que está buscando una personalidad empática, entonces se mimetiza con la otra personalidad y cuando la otra personalidad ya empieza a entrar en aburrimiento y ya ve que hay algún tipo de vínculo afectivo, empieza hacer diferentes pruebas, “llego tarde a ver si me dice algo, me porto mal a ver si me dice algo, grito a ver qué pasa, me voy con una vecina tres días o con un vecino tres días y cuando llego a casa a ver que ocurre, dejo de hablar hasta persona un mes a ver qué es lo que sucede, ahora la dejo y ahora vuelvo, un día te quiero y al otro no, ahora le digo que es una persona especial, que es la persona más maravillosa del mundo, pero no puedo estar con ella…” y ahí es cuando empieza a funcionar claramente el trastorno de la personalidad, que es un trastorno des-adaptativo, que lo que busca es poner a prueba a la persona empática, ha la persona normal, ha la persona abierta, que cree en la libertad, una persona inocente y la empieza a poner a prueba con ese tipo de comportamientos. Cuando se llega ha este punto, la víctima pasa a la segunda manera de enamorar al narcisista, intenta de una forma muy inconsciente y muy inocente enseñar empatía al trastornado mental, busca enseñar empatía de esta manera: “pues si quedamos a las 9 yo aparezco a las 9, porque tu tiempo es tan importante como mi tiempo y por supuesto no te voy a hacer esperar, sería una falta de respeto y falta de empatía hacer esperar ha una persona” es un ejemplo cualquiera, de como una personalidad sana quiere educar a otra, que no se está comportando correctamente.

 

Otro ejemplo sería llamar al averiado cerebral por la noche: “oye que he llegado bien a casa” para enseñarle empatía, para hacerle ver lo que es preocuparse por el otro y que sepa, que se espera que el averiado mental haga lo mismo y le llame por la noche cuando llega a casa. Otro ejemplo: “por supuesto que nunca estaría con otra persona que no fueses tú, porque soy una persona honrada, honesta y leal” de esta manera intentará enseñar al narcisista, que no puede estar todo el día de fiesta, que no está bien estar con otras chicas o chicos estando en una relación con otra persona, ya que eso es estar en una relación desleal y la persona que está dentro de la relación (que puede tener sus imperfecciones) se empieza a comportar de una forma idílica y de una forma moralmente correcta, para aleccionar a ese niño infantil, ha esa niña infantil o adolescente mental no resuelto, para que este se comporte y se adapte a una vida más adulta y madura de respeto, compromiso, lealtad y libertad. Lo intenta de esa manera pensando que la otra persona puede cambiar, pero es que cuando una persona tiene un trastorno de la personalidad de este tipo, lamentablemente el cerebro no le trabaja bien y no se va adaptar, no te va a entender, no va ha valorar lo bien que te portas o la empatía que tienes, lo puede reconocer y lo puede valorar, pero con el fin de explotarte más aún, pero no para cambiar o para mejorar, porque su móvil interior es simple y exclusivamente explotar a los demás.

 

Cuando la persona inocente, buena, sana y confiada, se da cuenta que imitando este tipo de comportamientos tampoco ha conseguido lo que necesita, que no ha logrado ese vínculo emocional sano, ni tampoco tiene una relación de compromiso de lealtad y fidelidad, se da cuenta que enseñando empatía, siendo puntual, siendo buena persona, siendo responsable, siendo una persona que está para cuando lo necesitan, tampoco ha podido encontrar empatía en la persona con un trastorno de la personalidad (porque no la tiene, por eso no puedes encontrar algo que no existe) finalmente, lo que ocurre es que dicha persona, la persona buena, sana y confiada empieza a entrar en sumisión inconsciente, pensando “bueno pues ahora voy a entrar en victimismo, voy ha entrar en una situación de dolor y voy a ver si ahora este trastornado o esta trastornada es suficientemente persona para no hacerme daño y no me trate mal, porque tiene algún tipo de rasgo de humanidad” entonces empieza a permitir que el narcisista se vaya por ahí y no le llame en tres días, o a permitir que la narcisista esté por ahí haciendo cositas, que ya sabemos aquí en Psicopsiquis de lo que hablamos y al final empieza a ser muy tolerante con comportamientos completamente abusivos, esperando que tenga un poder en el narcisista que ha estado ejerciendo su poder durante toda la relación y que a pesar de ese poder, pueda lograr que ya no lo utilice más en su contra. Esta sería la tercera manera, en la que una persona empática trataría de enamorar a un psicópata o narcisista.

 

Psicopkillers como veis, ni por imitación, ni por intentar dar lecciones morales, ni por sumisión, el trastorno de la personalidad puede cambiar o modificarse. Lo que hace es que te desintegra la personalidad, el concepto que tenías de ti mismo, tu valía, te destruye completamente la autoestima y acabas muy malito y muy malita. Así que si estás en una situación de estas, los co-dependientes tenéis que daros cuenta de que lo sois y salir de ahí cuanto antes, cuando veáis ha este tipo de personas, por favor alejaros de ellas. Tenemos que aprender, que hay personas que no pueden cambiar.

 

Psicopkiller, recuerda:
Lo importante no es la acción, es la conciencia que hay detrás de cada acción.
Ya lo sabes, si detectas a una persona psicópata, sociópata o narcisista, solo puedes hacer una cosa:
¡CORRE!