Después del descarte, cuando la víctima recurre a conocidos o terapeutas, es frecuente que le digan que exagera, que tiene poca autoestima, que si se han aprovechado de él o ella es porque lo ha permitido… A esto se le llama revictimización, y en este artículo voy a explicarte por qué no debes creerte nada de esto. 

Así que, vamos, psicopkiller, es hora de avanzar un poco más en tu recuperación. 

 

Índice de contenidos
Los demás no se enteran de nada
Pancracio, el treintañero que no sabía leer
Pancracio y sus padres
Qué tiene que ver la revictimización con todo esto

 

Los demás no se enteran de nada 

 

Lamentablemente, esto de la revictimización es muy frecuente porque la sociedad desconoce por completo este trastorno. Muchos profesionales saben poco o nada del tema, por eso te insisto en que, cuando busques ayuda profesional, lo hagas con alguien que conozca y tenga experiencia en este trastorno. En primer lugar, quiero dejarte claro que cualquiera puede caer en manos de un narcisista, psicópata, sociópata u otro tipo de maltratador. Cuando alguien se convierte en su objetivo, el trastornado o trastornada puede pasar meses detrás de esta persona hasta hacerla caer en sus garras.  

 

Sinceramente, un love bombing eficaz, paciente y llevado a cabo con esmero, acaba haciendo caer a cualquiera por muy fuerte que sea. Es muy sencillo, toda persona tendrá algún día malo y ese será el momento clave para que un trastornado, sin prisas, ataque a la yugular (son vampiros, recuérdalo). Si es cierto que cualquiera puede caer, también es verdad que hay cierto tipo de personas más propensas a encontrarse con esta gentuza. 

 

Toda persona altamente sensible, con altas capacidades cognitivas o con una necesidad de sentir el afecto que no tuvo de niño en un hogar desestructurado (no se suele ser consciente de esto), suele llevarse el premio y repetirlo una y otra vez. Y si la futura víctima mezcla las tres características, el narcisista perverso sentirá que le ha tocado la lotería. 

 

 

Pancracio, el treintañero que no sabía leer 

 

Érase una vez, Pancracio, un niño que nace en un pueblo agrario en una época donde el colegio no era obligatorio. Como no existía una norma impuesta, Pancracio no fue nunca al colegio, no aprendió a leer y escribir, y se encargó desde joven de cuidar las tierras familiares. A los treinta, a Pancracio le da por ir a la ciudad a buscarse la vida. Acude a varias entrevistas de trabajo y no lo contratan. Nadie le dice que es porque no sabe ni leer ni escribir, no es obligación del entrevistador decirle eso (aunque sería un detalle por su parte). 

Acude a un asesor laboral que le explica, con mucha amabilidad, que su problema es ese y que, si quiere trabajar, tendrá que aprender a leer y escribir. 

Vamos a dejar el cuento aquí, psicopkiller, ahora toca analizarlo:

 

En el momento que a Pancracio le dicen cuál es su problema, está en su mano resolverlo. Puede ponerse las pilas y aprender, o puede pasar del tema pensando en que ya encontrará algo. Sea lo que sea, es su decisión y de nadie más, nadie puede decir si está bien o no. Lo mismo pasa cuando te dicen que tu problema es que tienes la autoestima baja, está en ti trabajarla o no.

 

Pero: 

 

¿Por qué Pancracio no sabe leer y escribir? Porque nunca le han enseñado. Bien, si a un niño no se le enseña a tener autoestima y no se hace nada para que la desarrolle, es imposible que el niño se convierta en un adulto con una autoestima fuerte. 

 

 

Pancracio y sus padres 

 

  • Supuesto 1: 

Los padres de Pancracio lo quieren mucho. No lo llevaron al colegio porque no vieron la necesidad. Ahora que su hijo les plantea esto, como lo quieren y quieren lo mejor para él, le dan todo su apoyo, moral y económico si se diese el caso. 

Es posible que los padres se sientan mal por no haber sabido valorar lo que era mejor para Pancracio, pero ahora le muestran todo su apoyo y cariño, y lo hacen con todo su amor. 

 

  • Supuesto 2: 

Los padres de Pancracio son dos perversos narcisistas que se han aprovechado de su hijo. Ni siquiera se plantearon si el colegio podía ser importante para Pancracio o no. Ellos solo veían que el niño se iba a encargar de labrar la tierra alegando que ellos no podían hacerlo por edad, por enfermedad (a realidad es que no les daba la gana de cumplir sus funciones como padres y punto). 

 

Cuando Pancracio les cuenta su problema, ellos no solo no le apoyan, sino que le culpabilizan a él porque nunca se interesó por los libros o porque nunca dijo que quisiese ir al colegio. Es decir, son padres narcisistas que, lejos de querer aceptar su responsabilidad, abusan de su hijo y, encima, le echan la culpa de todo.Pancracio, sin embargo, tiene claro que quiere otra vida, así que se apunta a una academia para aprender. Debido a sus papás narcisistas, Pancracio, en el fondo, cree que no tiene habilidades, o que no es lo suficientemente listo, o lo que sea que sus padres le hayan hecho creer. 

 

Por cierto, esta falta de amor lo lleva a buscar cariño de manera inconsciente y le hace ser poco exigente en sus elecciones, pero esa es otra historia que ya te contaré en otro artículo. En resumen, psicopkiller, ¿de quién es culpa de que Pancracio no haya ido a la escuela? De sus padres en ambos casos. La diferencia está en que unos lo han hecho desde el desconocimiento y otros desde el egoísmo. Los primeros compensas su responsabilidad con amor y los segundos siguen tratando a Pancracio como si fuese un despojo poniéndole excusas ilógicas y estúpidas. 

 

 

Qué tienen que ver la autoestima y la revictimización con todo esto 

 

Si verdaderamente tienes una autoestima débil, si has tenido una familia disfuncional, con padres narcisistas, psicópatas, manipuladores o maltratadores físicos y mentales de todo tipo, tu autoestima no ha podido desarrollarse o lo ha hecho  muy poco. Durante tu infancia, te dedicaste a atender los deseos egoístas de tus padres, te ningunearon, te ignoraron y utilizaron. Nota: no te obsesiones con la educación de tus hijos por esto. En un hogar donde hay amor, aunque solo uno de los progenitores esté en sus cabales, este caso no se da y el niño puede desarrollar su personalidad y autoestima sin problemas. 

 

No se nace con autoestima, esta se forja y si no te han dado nada para que hayas desarrollado tu autoestima y tu identidad, es prácticamente imposible que la tengas. Ahora bien, esto que te acabo de contar es el pilar fundamental de lo que vayas a construir a partir de ahora. Es posible que hayas ido a médicos, que hayas buceado en libros de autoestima y que nada de eso te haya servido para no caer en manos de un abusador o abusadora. Esto es porque has edificado sobre la creencia de que tu poca autoestima es tú problema y no un déficit generado en tu infancia por circunstancias externas. Y todo este pensamiento te lo ha generado la revictimización que los demás han ejercido sobre ti (aunque no hayan sido conscientes).

 

Pero ahora que ya sabes cuál es el origen, te será más fácil construir sobre la creencia de que siempre has sido un niño bueno e inocente que se ha criado en una familia horrible. Dicho de otra forma, es muy improbable que tus problemas de autoestima sean culpa tuya por tu forma de ser o por lo que te quieran hacer creer. Sin embargo, en el momento que lo descubres, es tu responsabilidad construirla, pero eso sí, desde una base sólida. 

 

 

Psicopkiller, huye de todo el que te diga que el abuso ha sido tu culpa o quiera revictimizarte, los malos son ell@s (los trastornados). Tú eres una gran persona que has dado lo mejor de ti y ell@s solo son basura, por lo que no te dejes hacer una revictimización de manual por gente que no sabe nada.

 

Por cierto, Pancracio aprendió a leer, aunque sus padres eran narcisistas, encontró a una comunidad de víctimas de narcisistas que lo apoyaron en todo y, a día de hoy, tiene una multinacional que paga buenos sueldos, practica el comercio justo y respeta el medio ambiente. 

¡CORRE! 

No estás sol@

Psicopsiquis somos tod@s

C.R.F. Superviviente al Apocalipsis Narcisista

Subir ↑