Psicopkiller, visto desde fuera, la gente no entiende por qué sigues en una relación tóxica. Es posible que te haya pasado que has visto a alguien cercano sufrir por estar dentro de una relación dañina y, pese a tus advertencias, no haya sido capaz de poner fin a eso. Lo que te mantiene a ti y a cualquier persona en la relación con un narcisista o psicópata es, precisamente, el refuerzo intermitente. 

Vamos, psicopkiller, hay que desenmascarar a estos monstruos.  

 

¿Qué es el refuerzo intermitente? 

 

Seguro que has visto las máquinas tragaperras. Echas dinero, te da un premio, vuelves a echar, no te lo da y, motivad@ por ese premio inesperado, sigues echando en espera de un nuevo premio. Como no sabes cuándo va a llegar ese premio, continúas pegado a la máquina con la esperanza de que “esta vez sí”. Si la máquina no te hubiese dado ningún «regalo», te habrías ido de su lado, pero el hecho de que te haya dado esa sorpresa alguna vez (ganar dinero sin esfuerzo) se convierte en un imán.

 

Esta expectativa es lo que te mantiene gastando dinero y puede provocarte una fuerte adicción al juego (muy nociva, por cierto, y bastante poco advertida en la sociedad pese a sus efectos destructores de la persona y su círculo). Necesitas estar fuerte para no caer en eso. Por mucho que te quieran hacer creer, la adicción no está directamente relacionada con la baja autoestima, le puede pasar a cualquiera cuando atraviesa algún bache. Está relacionada con la secreción hormonal.

 

El proceso de «poder ganar de vez en cuando» activa la secreción hormonal: por el estrés, el organismo genera cortisol y, para frenar los efectos de esta hormona, se segrega adrenalina: una de las dos sustancias más adictivas que eres capaz de producir de manera natural (la otra es la feniletilamina). Ambas sustancias te tienen enganchado a la maquinita, y esta cualidad de dar un premio cuando a la máquina o al monstruo le venga en gana, es el refuerzo intermitente. 

 

 

Relaciones tóxicas con narcisistas, psicópatas y otros monstruos 

 

Los narcisistas son unos cracs del refuerzo intermitente. Como actúan por instinto puramente egoísta, nadie sabe con certeza cuándo responderán con afecto a una acción por parte de su pareja. Puedes bajarle la luna o regalarle una vuelta al mundo con todos los gastos pagados que, si tiene un mal día, te echará en cara lo primero que se le ocurra. 

 

Y, otro día, te invitará a una cena o, simplemente, te tendrá en cuenta para algo porque, porque, porque… Da igual, lo que sea que se le haya pasado por la cabeza (algo que solo lo tenga en cuenta a él/ella, por supuesto). El pilar base del refuerzo intermitente es la incertidumbre. Eso es lo que dispara el mecanismo hormonal, lo que provoca una verdadera adicción a tus propias sustancias químicas. 

 

Te pongo otro ejemplo: le das al botón y llega el ascensor. ¿Qué pasa el día que le das al botón y no llega? Te enfureces, le das al botón de manera insistente y, finalmente, comprendes que puede estar estropeado, por lo que coges las escaleras. Sin embargo, si el ascensor a la décima llamada viene, la próxima vez estarás hasta la llamada 20. En las relaciones humanas, también se libera otra sustancia hormonal: la oxitocina, que nos vincula a los demás y nos conecta al amor en la manera que sea. Con una pareja es evidente que aún más. 

 

 

Del refuerzo intermitente al vínculo traumático 

 

Si sabes que tal acción produce tal reacción, es una recompensa a un acto. Pero si haces tal acción y no sabes qué va a pasar, pero en su día pasó algo que te hizo sentir fenomenal, seguirás probando para tener de nuevo esa sensación maravillosa. El narcisista comienza por venderse: creerás que todo es bello, bonito y que , por fin, has encontrado a tu alma gemela. Cuando sabe que ya te ha demostrado que es lo “mejor para ti”, empezará a quitarte recompensas rompiendo la correlación de las reacciones: un gesto bonito por tu parte ya no tiene por qué producir una reacción positiva en tu pareja averiada. 

 

Dicho de otra forma, hoy harás lo mismo que antes le encantaba y te recriminará por cualquier cosa. Entonces tú, buscando ese gran cariño que tuviste antes, tratarás de hacer cosas para complacer a tu narci o psico. Si estás en un maltrato previo descarte, cada vez serán más escasas esas recompensas, lo que te generará mayor ansiedad. La víctima hace cualquier cosa para recuperar el amor del principio. Hará de todo para volver a sentir la validación de su pareja, porque lo que el narci le está haciendo sentir es que no vale nada, que no merece su atención y, en resumen, le deja la moral y la autoestima por el suelo. Esta incapacidad que tiene la víctima para salir de la relación (que es en lo único en lo que tendría que centrar sus esfuerzos) es el vínculo traumático. Sigue ahí, por mucho daño que le hagan, para volver a sentir ese amor idílico y para validarse como una persona digna de cariño por parte del averiado. 

 

Psicopkiller, da igual lo que hagas, lo mismo que no conoces el algoritmo que tienen las tragaperras para dar premios, no conoces la verdad de lo que pasa en la cabeza del narcisista, ni cuándo te dará una pequeña recompensa. No eres tú el problema, tú eres alguien válido y maravilloso que ha caído en manos de alguien egoísta y despiadado. 

 

 

¿Cómo romper el vínculo traumático? 

 

Ten en cuenta que, en este estado, eres un yonqui de tu propia química. Eres adicto a las propias sustancias hormonales que segrega tu cuerpo, y esto lo ha provocado alguien a quién le das completamente igual. A la tragaperras le da igual que te estés dejando el sueldo o solo la vuelta del café y a esta gentuza les da igual lo que llegues a hacer, solo les importa lo que ellos reciben.  

 

Si siempre le das amor, se aburren porque te vuelves predecible y buscarán emociones fuera. Si le quitas ese amor como castigo, se enfadarán y tratarán de dañarte más y de la manera más cruel porque le has quitado algo (sobre lo que está convencido que tiene todo el derecho): tu amor incondicional. Si tratas de actuar como tu pareja monstruosa, en primer lugar, debes tener la cabeza muy fría (cosa que no va a pasarte mientras no se rompa este vínculo) en segundo lugar, te puedes ver envuelto en un ciclo sin fin que no te lleva a ninguna parte. 

 

Así que, si quieres salir de esto, haz lo siguiente: 

  • Acepta que estás enganchad@ (el reconocimiento es el primer paso para salir de cualquier adicción). 
  • Céntrate y comprende lo que te está pasando. 
  • Sé paciente y comprensivo contigo mismo. 
  • Busca distracciones: actividades, nuevas amistades, nuevos proyectos. 
  • Valora lo que es mejor para ti. 
  • consciente de que, cuando pongas punto y final a la relación, vas a pasarlo muy mal un tiempo, pero es el primer paso para ser libre. 
  • Haz cosas que te hagan sentir bien (por pocas ganas que tengas): deportes, pintura, ir a la playa, dormir, ver tal película, etc…  Esto te ayudará a reforzar tu autoestima.

 

Psicopkiller, romper una relación narcisista es muy difícil debido al vínculo traumático producido por el refuerzo intermitente. Pero te puedo asegurar que tienes salida y salvación, que eres mucho más de lo que te quieren hacer creer y aquí estoy yo para darte la mano, para que logres ver la persona maravillosa que eres, para ayudarte a salir de todo esto y para acompañarte en tu duelo. 

 

Y, recuerda, si crees que estás padeciendo el refuerzo intermitente, o notas algo raro en tu nuevo pretendiente o conquista que te puede hacer creer que es un trastornado mental, ¿qué debes hacer? Pon la respuesta en los comentarios de abajo, que hoy te toca decirlo a ti, je je je. 

 

No estás sol@ 

Psicopsiquis somos tod@s 

C.R.F. Superviviente al Apocalipsis Narcisista. 

Vídeo de «7 formas para controlar el esfuerzo intermitente (Funciona)»