Cuando Tú Descartas al Narcisista al atar cabos…
«Después de convivir 5 años con uno de esta especie finalmente pude salir de esa relación. Comencé un camino de informarme y formarme sobre el tema. A día de hoy lo he superado. Vuelvo a ser yo, con algunos ajustes en mi persona (inevitable tras pasar por algo así) pero vuelvo a ser yo, en mi centro y con mi luz. Soy feliz.
Dos años después de terminar esta relación encontré, en 2014, a una persona que mostró gran interés en iniciar una relación conmigo. Se mostraba muy dispuesto, pasábamos largas horas conversando por whatsapp, quedamos algunas veces, salimos a cenar, a pasear… desde el primer momento le seguí con cierto interés en conocernos mejor pero al poco tiempo yo me di cuenta de que los efectos de la relación anterior aún me generaban dudas acerca de si yo me sentía preparada y fuerte para iniciar una nueva andadura en relaciones de pareja… le expresé claramente que yo no sabía si en aquel momento quería una relación de pareja. No me pregunto nunca el por qué.
Seguimos hablando y seguimos quedando. Yo me esforzaba en liberarme del peso anterior y quería darme la oportunidad de salir a flote, aunque estaba llena de dudas. Fueron unos tres meses máximo, quizá menos. Llegó el Verano y él tuvo que marchar de vacaciones a su país. Todo bien, nos despedimos, yo le di una mochila escolar llena de regalitos para su niña (él está separado hace años), le acompañé a comprarle regalos que él quería llevarle…. Y él tomo el avión y voló. Tardó dos días en darme señales una vez llegó a su país. A la semana de estar allí… silencio absoluto, nada más.
En aquel entonces, como yo tampoco estaba segura de iniciar ninguna relación no me afectó demasiado, no le di mucha vuelta, pensaba de vez en cuando en el tema però pensé que él, simplemente, había desestimado la possible relación entre ambos y a mi me sirvió para seguir con mi recuperación a solas. Tengo la opinión de que si uno empieza una relación sin haber sanado las heridas de la anterior esto solo contribuirà a sabotejar el nuevo vinculo y lo peor es que se puede hacer mucho daño a la nueva persona que se conoce. Cierto que me extrañó mucho que, con el gran interés que él había mostrado en mi semanas antes ahora de golpe hubiera desaparecido por completo y sin explicación, però me centre en mi y en seguir recuperándome. Él no volvió a dar señales durante todas sus vacaciones.
Cuando volvió tampoco dió señales y aquí quedó todo. Durante el año y medio siguiente contactamos alguna vez por whatsapp pero ya no era lo mismo, breves conversaciones amistosas, nada más. En dos ocasiones intenté tocar el tema con él acerca de por que en aquellas vacaciones de Agosto de 2014 el cortó el contacto de golpe y como única respuesta recibí “que todo eran imaginaciones mías y que no había pasado nada”… no saqué en claro ninguna explicación ni aclaración.
Actualmente ya me encuentro totalmente recuperada del trauma vivido en la primera relación que he mencionado más arriba y ya me siento preparada para poder establecer una nueva relación de pareja con unas buenas bases. Recordando las conversaciones y ratos compartidos con esta persona le volví a contactar en Enero de este año 2016. Hablamos largamente, como antaño, como si no hubiera pasado nada. Al día siguiente de esta retomada y larga conversación desapareció. Digo desapareció porque al igual que hizo tiempo atrás, no mostraba utilización de su whatsapp y parecía que abandonaba el movil todo el día, dejándolo sin uso.
No contestaba los mensajes hasta horas o días después, no se veían horas de conexión…. como si no llevara el movil encima. Este número es el único que yo tengo para contactar con él. Cuando yo le preguntaba acerca de ello me decía que simplemente ya no usaba whatsapp como antes o que su movil no funcionava muy bien. Así hemos estado, en un vaivén constante y poco claro por whatsapp hasta finales de Mayo 2016.
Finalmente la última semana de Mayo hablamos más claro -él no ha querido aclarar nada sobre su desaparición de 2014, siguen siendo imaginaciones mías- y él confirmó su interés por mi como ya hizo en 2019. Yo le dije que después de mi anterior experiència ahora me sentía recuperada y que le quería conocer mejor en vistas a una possible relación. Le expliqué, sin entrar en detalles, por lo que yo había pasado y qué era lo que en 2014 me impedía lanzarme a una nueva relación de pareja, ya digo, sin entrar en detalles. Sorprendentemente él no no me hizo ninguna pregunta ni mostró ningún interès en saber, nada. Esta falta de empatía me sorprendió, sí, me fijé en este detalle. Le dije que había tardado tres años en recuperarme de una mala relación previa y no hizo ninguna pregunta al respecto, nada, interès cero.
Esta vez la conversación fue larga, abierta y en ella tomamos varios acuerdos enfocados a consolidar una relación. Al día siguiente le envié un mensaje por la mañana, mensaje que él, una vez más, dejó en visto y no respondió hasta la noche y de manera muy escueta, su respuesta no sobrepasó las cuatro o cinco palabras. Estuvimos hablando más o menos una semana, aparentemente bien enfocados a retomar el contacto y a iniciar una relación, visto que en esta ocasión el interès era recíproco, también y claramente por mi parte. Le dije con ilusión que en Junio yo comenzaba mis vacaciones (yo tenia como uno de mis planes aprovechar mi tiempo libre para afianzar la relación con él y estrechar lazos y hacer algo bonito con todo esto, recordando los primeros tiempos de contacto en 2014). A los cuatro días de yo iniciar mis vacaciones finalmente, después de pocos días de interacción retomada por whatsapp el me pidió quedar. Le pregunté cómo íbamos a manejar el tema covid-19 si comenzábamos a quedar y por su respuesta noté que la pregunta le había molestado o contrariado. Al día siguiente me aplico la ley del hielo directa y descaradamente, dejó de responder mis mensajes, nada, silencio absoluto.
Después de cuatro días de
silencio absoluto (evidentemente saltándose así todos los acuerdos que habíamos hecho días antes) inició un juego muy calculado y perverso… Él sufre de insomnio y normalment se acuesta a la madrugada, actualmente no trabaja, està en erto por la pandèmia y tiene todos los horarios distorsionados…. Su juego: comenzó a contestar mis mensajes a las 02:30 aproximadamente de la noche, sabiendo que yo dormía y que no habría dialogo a esas hores…. al día siguiente yo despertaba con su respuesta y le respondía y él no me daba respuesta hasta, de nuevo, a las 02:30 aproximadamente. Lo hacía todo tan calculado!!!
Así me ha tenido durante todas mis vacaciones. En todos estos días imaginad mi darle vueltas a la cabeza intentando arreglar las cosas y él ha estado todos estos días culpándome de lo ocurrido, repitiéndome que me monto películas, que no quiero quedar con él, que soy muy hermética y que no le descubro mis sentimientos (tiene una obsesión con esto), etc… eso sí, solo ha respondido alrededor de las 03:30 cada vez que se ha dignado a responderme. Me ha parecido todo tan calculado…. aquí he abierto los ojos! Al ver que algo así solo puede responder a una planificación previa, con plena consciencia de lo que se hace, a un juego de acción reacción…
Entretanto recordé que en 2019 hizo lo mismo, cuando yo inicié mis vacaciones él simplemente desapareció, sin explicaciones, nada, para reaparecer al yo finalizarlas y pocos días antes de coger él las suyas. En 2019 me amargó mis días de vacaciones de la misma manera, exacto. Al saber que yo las cogía el hizo mutis y desapareció, dejándome con un montón de dudas y con un quebradero de cabeza como ahora en 2021.
Al darme cuenta de esto até cabos (ahora ya estoy informada y formada sobre el tema)… recordé las varias veces que en 2019 me había dejado plantada en alguna cita o se presentó una hora más tarde más de una vez, recordé todos sus silencios y desapariciones fortuitas en aquellos días, recordé las faltas de respuesta en todas las posteriores ocasiones en las que brevemente contactamos… me he dado cuenta de que es un patrón de comportamiento. Esta persona, simplemente, aparece y desaparece…
Pero el jueguecito de responder, calculadamente, alrededor de las 02:30 para evitar una conversación y dejarme en visto todo el dia hasta que el reloj, de nuevo marcaba la hora en la madrugada… Y ver que justo al terminar mis vacaciones de este año él ha querido “hacer las paces” como si no ha pasado nada, después de habérmelas literalmente amargado, y pedirme perdón como si nada… Aquí he visto claramente lo que hay.
He optado por descartarlo totalmente.
Su reacción al ver que le he descartado yo: presentarse en mi calle y decirme que esperaría mi llegada a casa las horas que hiciera falta (por suerte cuando llegué era tarde y él ya no estaba, llegué hasta con miedo) o presentarse a esperarme a la salida de mi trabajo sin avisar (por suerte ese día yo teletrabajé desde casa)… me he sentido como la presa de un cazador, de un depredador…
Finalmente ved su reacción al no haberme podido “cazar” en esas dos apariciones por sorpresa que él ha hecho tras mis vacaciones: “no te perseguiré, respetaré tu decisión”… frase con la que me carga toda la responsabilidad de este nuevo distanciamiento.
No le he respondido. En esta ocasión ya no caigo más en su juego.
Aquí veo de lo que me ha servido todo la información sobre el tema que poseo ahora tras el trauma de la primera relación de la que os he hablado al iniciar este escrito… ahora puedo identificar ciertos patrones de conducta y cuando alguien te aplica la ley del hielo sin explicación, aparece y desaparece continuamente y no aclara los motivos, te deja plantada aún habiendo propuesto él la cita, ante cualquier reclamo la única respuesta es que “te montas películas”, te culpa de todo lo que no funciona en la relación, etc…. mejor alejarse, algo raro hay.
En este caso en concreto lo que me hizo abrir los ojos fue el meticuloso calculo con el que empezó a aplicarme el juego de responder solo cuando sabia que yo estaria durmiendo y dejarme en visto el resto del día hasta de nuevo la madrugada… alargando el juego 20 días. También su obsesión por lo que él llama “mi hermetismo”, por el no poder entrar hasta el fondo de mis sentimientos…. digo yo de mi persona… Por suerte ahora soy muy consciente de la importancia de auto-preservarse y de no ir abriendo tu corazón al primero que pasa sin conocerle bien… supongo que a ello se une que no tengo ni facebook, ni instagram, ni nada de estas cosas y solo se puede saber de mi por lo que sale directamente de mi boca, no estoy en las redes sociales, por tanto no se me puede aplicar un seguimiento como el que suelen hacer estos depredadores….
En fin, ahora no paro de repetirme “de la que me he librado” descartando a un perfil como este!… y por cierto, ya no necesito explicación a por qué en 2014 desapareció de golpe… ahora ya he visto el tipo de perfil que es.
También a él se le escapa una cosa… 20 días son 20 días… suficiente como para desengancharse de una persona.»
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