Manipuladores icónicos

La manipulación y el chantaje son, sin duda, de las herramientas más perversas y más empleadas por los abusadores, los estafadores y otras personas con aviesas intenciones, a la hora de conseguir sus objetivos.

Si bien, el chantaje es una táctica usada por determinadas personas de a pie de forma habitual y, la mayor parte de las manipulaciones, por su propia naturaleza, quedan relegadas a las sombras, la historia está plagada de personajes que se han servido de la manipulación emocional para conseguir que los demás actuaran como ellos deseaban, manejándolos como marionetas en pos de su propio beneficio y que por ese motivo han trascendido en la historia.

Los ejemplos son innumerables, pero en este artículo te descubrimos a algunas de estas figuras que ya han pasado a formar parte de la cultura popular, a base de argucias.

Remontándonos al antiguo Egipto, no podemos dejar de nombrar a una figura que estuvo detrás de gran parte de las decisiones de uno de los más famosos faraones: Tutankamón.

En la antigüedad

Nos referimos a Vizier Ay, el primer oficial a las órdenes de este rey y quien realmente gobernó a sus anchas mientras Tutankamón era todavía niño.

Se cuenta de él que, además de emplear sus manipulaciones para tomar decisiones en el gobierno, fue el encargado de trazar el plan que daría muerte a este faraón para poder colocarse él en el trono como gobernante, además de convertirse en el marido de la hermana del faraón muerto.

Otra de las figuras más emblemáticas de la manipulación en la historia es la de Olimpia, madre del afamado Alejandro Magno, que representa el más claro ejemplo del poder en la sombra. Se narra de ella que fue la encargada de manipular a su propio hijo a fin de ponerlo en contra de Filipo, su padre, así como la encargada de aconsejarle la expansión de su imperio hasta Asia.

Y no podemos dejar de nombrar a otro de los más afamados manipuladores de la historia rusa: Rasputín, convertido también en icono universal del arte de la manipulación y el complot, pues este curandero ruso es recordado por la historia como un símbolo de la maldad y las tretas.

Este supuesto “sanador”, llegaría a hacerse con el control de la corte rusa del Zar Nicolás II, a raíz de la supuesta curación milagrosa del hijo del zar.

Desde ese momento, el zar y una enorme facción de la nobleza rusa caerá a los pies de este farsante, cuyas turbias acciones terminarán por abocar al desastre a la monarquía Romanov.

Manipuladores de manipuladores

Ni siquiera ciertos personajes representativos del mal, se han librado de la manipulación de otros.

En este sentido, son famosas también las figuras de Yelu Chucai, que manipuló al mismísimo Genghis Khan, el líder del imperio mongol o la del alemán Joseph Goebbles, que ubicado a la sombra de Adolf Hitler (otro enorme y terrible manipulador) hizo uso de su gigantesca influencia, controlando por completo la propaganda del partido nazi y de dicho gobierno.

Su poder en el arte de la oratoria y su enorme capacidad de manipulación forman ya, parte de uno de los momentos más oscuros de la humanidad, pues entre otras cosas, Goebbles, fue el encargado de propagar los sentimientos de odio más terribles entre la población alemana contra las personas no arias.

Psicópatas

Tristemente famoso es también el caso de Ted Bundy, este psicópata, será recordado por la historia como uno de los asesinos seriales más terribles en Estados Unidos. Su capacidad de persuasión y su maldad, se reflejaban en su enorme poder de manipulación, que empleó sin piedad para acabar con la vida de, al menos treinta y seis personas.

Impostores

Otro ejemplo de manipulación y estafas es el de Ferdinand Demara; este personaje inspiró de hecho la conocida película “El gran impostor”, miembro de la Armada de Estados Unidos, fingía continuos suicidios empleando el nombre de sus compañeros, a fin de comenzar una nueva vida cada vez y llegando a hacerse pasar inclusive, por cirujano en la guerra contra Corea.

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Podríamos seguir, pues la lista de personajes históricos que se han servido de la manipulación es tremendamente larga, pero terminamos con un ejemplo cuánto menos curioso: el de Víctor Lustig, otro personaje que ha pasado a la historia como uno de los más grandes estafadores y «El hombre que vendió la Torre Eiffel dos veces», a razón de la estafa que cometió haciéndose pasar por una persona del gobierno de Francia y tramar todo un plan por el que vendió la icónica torre. También pasó a la historia por haber sido capaz de timar al conocido mafioso Al Capone.

 

 

En definitivas cuentas, la manipulación psicológica o la manipulación emocional siempre conlleva el hecho de intentar controlar a los demás, sin que la persona manipulada lo perciba. Los manipuladores tanto psicológicos, como emocionales, se aseguran de que sus víctimas terminen dudando de sí mismas, o de la realidad, a fin de tomar el control y cambiar y deformar cualquiera de los comportamientos o percepciones de las mismas para aprovechar la situación a su favor.

 

 

Algunos de estos manipuladores han pasado a la historia a base de argucias y manipulaciones, pero no debemos olvidar que, estas tácticas y estas personas capaces de casi todo a fin de conseguir lo que se proponen, están presentes en mayor o menor medida en la vida de todos.

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