Todo lo que necesitas saber sobre la dependencia emocional

Todos los seres humanos necesitamos de afecto y precisamos de contacto e inter-relación con los demás, esto es una realidad biológica, pero en algunos casos, esta necesidad “natural” se transforma en una verdadera dependencia en aquellos casos en los que, esta necesidad de afecto, nos lleva a desplegar conductas patológicas o desproporcionadas a fin de resultar satisfecha.

 

En este sentido, aunque nuestro carácter social y nuestras necesidades afectivas son completamente naturales y adaptativas, en la persona dependiente, esta necesidad afectiva es extrema, llevándola a desarrollar un patrón persistente de carestías emocionales insatisfechas que se intentan obtener de forma desadaptativa.

Igual que en una adicción química, la persona dependiente, carece por completo de autocontrol frente a la persona o personas de las que depende emocionalmente y presenta un síndrome de abstinencia motivado por el miedo a la soledad o el pánico a que la relación se rompa.

¿Qué es la dependencia emocional?

En psicología, se habla de dependencia emocional, dependencia afectiva o sentimental en aquellos casos en los que aparecen esta serie de comportamientos y conductas adictivas en el entorno de las relaciones interpersonales, ya sean estas en el ámbito romántico, familiar o social, provocando una asimetría en el rol asumido por cada persona.

La dependencia emocional se manifiesta con una serie de comportamientos, emociones, pensamientos y motivaciones que se orientan a la búsqueda de proximidad con el otro, a fin de conseguir reconocimiento, seguridad y satisfacción provocando en la persona que la padece emociones y conductas disfuncionales con consecuencias emocionales negativas, ansiedad o depresión, pensamientos obsesivos, desequilibrio y abandono del resto de facetas importantes en su vida diaria.

En resumidas cuentas, la dependencia emocional sería una respuesta del organismo al interactuar con el ambiente desde los ámbitos de la autonomía, el ámbito emocional, motor, social y cognitivo y cuyas principales pautas son:

  • Un gran temor a la soledad y o abandono
  • Ansiedad por la separación
  • Distorsión de la autoestima
  • Idealización de la pareja
  • Expresiones límites para evitar la perdida
  • Búsqueda exacerbada de atención y aceptación
  • Deseabilidad social
  • Creencia de autoeficacia para sostener la relación
  • Abandono de las propias metas en pro de la relación
  • Apego a la seguridad

Causas de la dependencia emocional

La dependencia emocional tiene un origen multifactorial en cuya aparición intervienen, desde factores predisponentes como la genética, a factores ambientales como la crianza, las experiencias vitales individuales, el ambiente, etc.

 

Por lo general, esta condición se inicia en la infancia o la adolescencia, épocas en las que las necesidades afectivas son centrales y la persona comienza a conceptualizar su manera de comprender la relación con el otro. En este sentido, determinados disparadores sociales, familiares, parentales y psicológicos pueden incidir en aparición de una dependencia emocional en la edad adulta.

 

Además, el dependiente emocional tiende a repetir este patrón de dependencia una vez iniciado, reviviendo esta relación insatisfecha en su infancia, y tratando de conseguir que sus necesidades se reconozcan o sean cubiertas, a través de relaciones poco saludables amorosas, familiares o sociales que siempre termina viviendo de forma disfuncional, frustrante y dolorosa y frente a las cuales presenta una terrible dificultad para desvincularse.

 

El miedo a la soledad suele ser patológico en estas personas y, por regla general enganchan una relación con otra sin atender a la calidad de la misma, sino simplemente como una manera de llenar su vacío y sus temores.

 

La baja autoestima también juega un papel fundamental en la aparición de esta dependencia, existe en estas personas una tendencia a la desvalorización sistemática de sí mismos, un claro sentimiento de inferioridad y en muchas ocasiones, una gran tendencia a la autocrítica destructiva y sentimientos de culpa.

 

En este sentido, la dependencia emocional tiene una gran comorbilidad con el estado de ánimo negativo, los cuadros de ansiedad y/o depresión y otros desordenes psicológicos y adicciones.

Ámbitos de aparición de la dependencia emocional

La dependencia emocional se desarrolla en tres ámbitos fundamentales:

Entorno familiar

La familia constituye el pilar sobre el que se asienta la sociedad y es en el ámbito familiar donde todos los individuos obtienen los primeros recursos y conocimientos sobre la vida, el amor y las relaciones con los otros, la confianza en uno mismo y el aprecio por los demás. En este sentido, la familia será la que marque la pauta de lo que somos de por vida, siendo la columna central de nuestro desarrollo individual y nuestra fuente primordial de creencias y valores.

En una familia sana o funcional, existe una articulación entre sus miembros que permite el desarrollo integral de cada uno de ellos y el mantenimiento de estados de salud física, emocional y social favorables, mientras que una familia con un funcionamiento inadecuado, se convierte en un factor de riesgo en la aparición de síntomas y enfermedades en sus miembros.

De esta forma, las relaciones familiares disfuncionales pueden derivar en la aparición de dependencia emocional en la edad adulta, bien sea porque esa relación primigenia entre padres e hijos se ha producido con un grado alto de dependencia o un elevado nivel de apego, un intercambio poco saludable de roles, una falta de cobertura de las necesidades emocionales básicas durante el crecimiento o cualquier otra circunstancia angustiosa que deje su impronta negativa de forma permanente en el niño o adolescente.

Entorno de pareja/romántico

Una de las formas más comunes de dependencia emocional es la dependencia emocional de la pareja.

En este tipo de relaciones, en lugar de existir un equilibrio entre las partes donde la autonomía personal coexista con el apoyo y el afecto, el vínculo se establece desde el desequilibrio, la necesidad patológica y las conductas y emociones disfuncionales.

Por lo general, cuando una persona depende emocionalmente de su pareja, olvida su identidad propia y aparecen mecanismos de control, de sumisión y numerosas obsesiones como pueden ser los celos, el terror al abandono, o el empleo de un tiempo y energía excesivos en la relación. Con frecuencia, la pareja emocional se convierte en el centro del bienestar, interfiriendo en el desarrollo de la persona en todos los demás ámbitos de la vida y pudiendo, en los casos más extremos, dar lugar a situaciones de abuso o de maltrato.

Entorno social

En el entorno social también aparece de distintos modos la dependencia emocional. Puede darse en personas con una necesidad exacerbada de reconocimiento o aceptación, ya sea en el entorno laboral o en el círculo de amistades y conocidos.

Este tipo de dependencia puede funcionar de la misma manera que en las relaciones familiares y amorosas en otros entornos como la amistad, los estudios, el trabajo, etc. siempre que el individuo pierde su capacidad para resolver sus problemas y tomar decisiones propias o aparecer de manera simultánea entre los diferentes ámbitos en los que se puede desarrollar una persona.

Características de las personas con dependencia emocional

La dependencia emocional se manifiesta en los distintos ámbitos de la vida, atendiendo a estos ámbitos podemos definir una serie de características:

En el ámbito de las relaciones románticas o de pareja

  • Presentan una necesidad exacerbada del otro y un deseo de acceso constante hacia su pareja.
  • Ideas obsesivas acerca de la relación
  • Miedo a la ruptura y gran ansiedad frente a la separación
  • Búsqueda de exclusividad
  • Priorización de la pareja sobre cualquier cosa y abandono del entorno social y de otras actividades en pro de la pareja
  • Idealización y sobrevaloración de la otra persona
  • Relación con base en la sobordinacion o sumisión
  • Asunción del sistema de creencias de la pareja

En el ámbito de las relaciones interpersonales

  • Deseo de exclusividad y necesidad desmedida hacia las personas significativas
  • Búsqueda constante de aceptación
  • Déficit de habilidades sociales (falta de empatía, de asertividad y de control emocional)

En el ámbito de autoestima y del estado de ánimo

  • Miedo profundo e intolerancia a la soledad
  • Baja autoestima
  • Percepción desvalorada de la propia autoestima
  • Expresiones límites
  • Estado de ánimo negativo
  • Percepción distorsionada de su autoeficacia
  • Apego a la seguridad y protección
  • Abandono de metas propios para satisfacer las de los demás
  • Comorbilidades relacionadas como trastorno ansioso-depresivo, trastorno depresivo mayor, distimia, trastorno adaptativo con estado de ánimo ansioso o depresivo, trastorno de ansiedad no especificado, agorafobia, etc.

Fases de la dependencia emocional

La dependencia emocional suele presentar varias fases que se repiten y reiteran de forma cíclica y persistente.

Fase de Euforia

Al comienzo de la relación surgen las idealizaciones y las expectativas, existe una idea de que el otro es una especie de salvador.

Fase de Subordinación

Se establecen los roles insanos.

Aparecen conductas de sumisión y la idealización hacia la otra parte se instala como pauta, convirtiendo a la otra persona en el centro de todo.

Fase de Deterioro

Se genera en la relación un desequilibrio extremo y un deterioro tangible que puede llegar a los malos tratos, los abusos, las humillaciones, etc.

Fase de Ruptura

Esta situación limite puede terminar con la ruptura de la relación y aparece el síndrome de abstinencia, con sintomatología física y emocional e intentos por recuperar a la persona perdida.

Fase de relación de transición

Sin haber efectuado duelo por la pérdida de la relación anterior se trata de paliar los efectos de la abstinencia y la sensación de vacío con cualquier otra relación mientras aparece una nueva relación permanente.

Fase de Recomienzo del ciclo

Se encuentra otra persona y se establece una nueva relación desequilibrada.

Los otros: el objeto de dependencia

En la dependencia emocional, el objeto que genera la dependencia son las otras personas, en este sentido, por norma general, la persona elegida como objeto de dependencia y, con especial énfasis en las relaciones amorosas suele tener una serie de características:

  • Suelen presentar características idealizables para la persona dependiente.
  • Pueden ser personas narcisistas u explotadoras.
  • Pueden presentar trastornos de la personalidad

En general, una de las formas más destructivas de relación en este sentido, es la que se establece entre dos dependientes emocionales, generalmente entre un narcisista y una persona sumisa.

Ampliando el concepto de la dependencia emocional

Existen términos no exactamente equivalentes a la Dependencia Emocional, pero que son necesarios para ampliar y comprender el concepto. Entre ellos encontramos:

El Apego Ansioso

La Teoría del apego formulada por Bowlby hace referencia al denominado apego ansioso. En este tipo de vínculo, el niño desarrolla un temor muy grande a la separación de su cuidador principal, desarrollando la patología cuando el niño percibe esta separación como definitiva y no temporal, manteniéndole en un estado constante de alerta e inseguridad. Este tipo de apego durante la infancia da como resultado adultos con temor a la perdida de sus relaciones afectivas, búsqueda de proximidad exagerada y reactividad frente a la separación, suelen ser personas que se tienden a enamorarse fácilmente, a tener grandes conflictos en sus relaciones y a ser celosos y posesivos. Los adultos con apego ansioso pueden desarrollar otras patologías como depresión, agorafobia o comportamiento violento o antisocial.

Sociotropía

Según esta teoría, (Beck, 1983, las personas sociotrópicas tienen una consideración muy elevada de las relaciones interpersonales, por lo que presentan una gran dependencia emocional de los otros y una búsqueda de afecto, apoyo y atención desmedidos. Son personas especialmente propensas a la depresión o ansiedad.

Codependencia

En la codependencia la persona emplea formas destructivas de relacionarse a fin de garantizar la continuidad de la relación, pero exclusivamente por este motivo y no por preocupación o interés verdaderos en la misma. Las personas codependientes, suelen escoger relacionarse con personas problemáticas (muchas veces con problemas de adicción) y sienten la necesidad de controlar su comportamiento mediante conductas ambivalentes, de control, sumisión, falta de límites y todo tipo de comportamientos abusivos.

En este sentido, la codependencia es muy habitual en aquellas relaciones con adictos a sustancias, estableciéndose un patrón en el que, el codependiente de forma inconsciente, facilita que esa adicción se perpetúe a través de comportamientos nocivos como el de ejercer de cuidador, la auto-negligencia o el olvido de las propias necesidades.

Adicción al amor

a adicción al amor se caracteriza por la necesidad imperiosa de estar en pareja, el sufrimiento constante frente a la idea de una posible ruptura y el deseo de ser amado independientemente de que la relación pueda causarnos un perjuicio. En este sentido, es una adicción similar a la que se puede tener a una substancia, con las mismas características en su curso: tolerancia (mayor necesidad cada vez de estar con la pareja), síndrome de abstinencia (malestar físico y psicológico en caso de ausencia) y, sobre todo, una autentica pérdida de control frente a la relación.

Bidependencia

Hace alusión a la doble dependencia que desarrollan las personas adictas hacia otras personas y que se caracteriza por una tendencia a la reiteración, una falta de conciencia real de este problema en el que aparece una inhibición de la propia autonomía y la delegación en la toma de decisiones, sentimientos de vacío y una tendencia a mantener relaciones que pueden llegar a ser peligrosas.

Personalidad Autodestructiva

Este trastorno se caracteriza por mantenimiento de relaciones interpersonales de sumisión y el emparejamiento con personas de características narcisistas o abusadoras. Las personas con personalidad autodestructiva suelen tener un estado del ánimo ansioso, minusvaloran sus logros y tienen tendencia al rechazo de ayuda o elogios, asumen un papel de víctimas, tienen muy baja autoestima, carecen de asertividad y presentan escasa evitación del dolor.

 

Esta necesidad patológica de afecto lleva a estas personas a buscar relaciones de maltrato o no correspondidas.

 

Algunos consejos para superar la dependencia emocional

La dependencia emocional suele ser un patrón de comportamiento muy arraigado en las personas que lo padecen, con tendencia a ser persistente y a manifestarse a lo largo de toda la vida, pero esto no quiere decir que no pueda ser superada, el primer paso, es poder reconocer que se padece para poder hacerle frente y comenzar un cambio de actitudes y percepción que nos lleven a mejorar nuestras relaciones, entre otras:

  • Aprender a gestionar correctamente la autoestima.
  • Trabajar la comunicación asertiva
  • Comprender cuales son las creencias que mantienen las inseguridades y los miedos.
  • Mantener un espacio para nuestro propio mundo y nuestros intereses personales. Tener varios puntos de apoyo afectivo.
  • Comprender que amar no equivale a sufrir, sino todo lo contrario.
  • Enfrentar la soledad de forma constructiva
  • No renunciar a aquello que es importante por la relación
  • No dejarnos vencer por los miedos a la perdida y dejar de aguantar conductas que nos dañan a fin de evitar esa perdida
  • No entender el amor como una competición
  • Afrontar que la otra persona es independiente de nosotros y tiene sus propios intereses y deseos
  • No sentirme agredido porque el otro no piense o sienta lo mismo que yo
  • Aprender a respetar los límites propios y los límites de los demás
  • Solicitar ayuda profesional en caso necesario

Ya sabes psicopkiller, estoy aquí para lo que necesites. Si tienes alguna duda contacta conmigo y también puedes suscribirte para recibir la mejor información de abuso emocional, narcisismo y otras cosas relacionadas muy interesantes. ¡Gracias!